Durante una celebración (no se donde, peor por la música os haréis una idea), un hombre es abatido por su propio hijo de dos años que le quita la pistola. La culpa, efectivamente, no es del niño, ni del arma, es del irresponsable del padre que anda por ahí con una pistola cargada y sin seguro.
domingo, 30 de noviembre de 2008
miércoles, 19 de noviembre de 2008
La gran mentira de la DGT
Buenísimo este video, ojalá lo viese el impresentable e inútil de Pere Naburro.
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